Fibras de lana se clasifican y distribuyen uniformemente mediante un proceso de punzado, las cuales se unen mecánicamente por compresión sin adhesivos o aglomerantes que afecten sus propiedades físico mecánicas. Se emplea como: aislante térmico y acústico, pulimento de partes metálicas, soporte para mesas de corte, fabricación de filtros industriales y como retenedor de fluidos (lubricantes, disolventes y tintas).